Conversión de san Agustín a la fe cristiana (24/abril/387): Durante la vigilia pascual del año 387, en la noche del 24 al 25 de abril, Agustín y sus amigos fueron bautizados en Milán por san Ambrosio, obispo de la ciudad: “fuimos bautizados y se desvaneció de nosotros toda inquietud por la vida pasada" (Conf. 9, 6,14). En esta fecha tan especial para los admiradores de san Agustín, ofrecemos unas reflexiones dedicadas por el Papa Benedicto XVI este año a este gran santo, acompañas por unas fotos tomadas por Natalia Barrios en la cripta de la Catedral de Milán.
También invitamos a participar en el Programa de Actividades para celebrar los 50 años del Colegio (17 de mayo).
La primera conversión. San Agustín fue un buscador apasionado de la verdad: lo fue desde el inicio y después durante toda su vida. La primera etapa en su camino de conversión se realizó precisamente en el acercamiento progresivo al cristianismo. En realidad, él había recibido de la madre Mónica, con la que siempre estuvo muy unido, una educación cristiana y, a pesar de que había vivido en los años de juventud una vida desordenada, siempre sintió una profunda atracción por Cristo, habiendo bebido el amor por el nombre del Señor con la leche materna, como él mismo subraya (Cf. «Las Confesiones», III, 4, 8).
La segunda conversión. Es un camino que hay que recorrer con valentía y al mismo tiempo con humildad, abiertos a una purificación permanente. Pero el camino de Agustín no había concluido con aquella Vigilia pascual del año 387. Al regresar a África, fundó un pequeño monasterio y se retiró en él, junto a unos pocos amigos, para dedicarse a la vida contemplativa y de estudio. Este era el sueño de su vida. Ahora estaba llamado a vivir totalmente para la verdad, con la verdad, en la amistad de Cristo, que es la verdad. Un hermoso sueño que duró tres años, hasta que, a pesar suyo, fue consagrado sacerdote en Hipona y destinado a servir a los fieles. Ciertamente siguió viviendo con Cristo y por Cristo, pero al servicio de todos. Esto era muy difícil para él, pero comprendió desde el inicio que sólo viviendo para los demás podía realmente vivir con Cristo y por Cristo.
La tercera conversión. Una última etapa en el camino de Agustín: es la que le llevó cada día de su vida a pedir perdón a Dios. Convertido a Cristo, que es verdad y amor, Agustín le siguió durante toda la vida y se convirtió en un modelo para todo ser humano, para todos nosotros en la búsqueda de Dios. Por este motivo quise concluir mi peregrinación a Pavía volviendo a entregar espiritualmente a la Iglesia y al mundo, ante la tumba de este gran enamorado de Dios, mi primera encíclica, Deus caritas est. Ésta, de hecho, tiene una gran deuda, sobre todo en su primera parte, con el pensamiento de san Agustín.
Recemos, por tanto, para que en nuestra vida se nos conceda cada día seguir el ejemplo de este gran convertido, encontrando como él en todo momento de nuestra vida al Señor Jesús, el único que nos salva, que nos purifica y nos da la verdadera alegría, la verdadera vida.
Recemos, por tanto, para que en nuestra vida se nos conceda cada día seguir el ejemplo de este gran convertido, encontrando como él en todo momento de nuestra vida al Señor Jesús, el único que nos salva, que nos purifica y nos da la verdadera alegría, la verdadera vida.
Fiesta de los 50 años. Ya conocemos el Programa de Actividades para celebrar el cincuentenario: será el sábado 17 de mayo. Como novedad: se colocará la Piedra Fundamental del nuevo edificio para el Nivel Inicial. ¡En un día tan especial nadie puede faltar!
2 comentarios:
Feliz cumpleanios querido Colegio!!
Del Canada, siempre en mis recuerdos,
Sergio Alfaro
Que linda la celebración de los 50 años del Colegio! Que se siga cultivando la amistad y el compañerismo para las generaciones de ahora y las del futuro!!
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